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Poros de mayor tamaño, brillos e impurezas son las principales características de las pieles grasas. Debido a la secreción excesiva de sebo, en este tipo de piel tienden a formarse antiestéticos granitos, espinillas o puntos negros.

Te contamos qué tipos de pieles existen, y porqué elegir una crema facial natural te ayudará si tienes una piel grasa o con tendencia grasa.

Normal, seca, grasa, mixta o sensible: ¿cuál es tu tipo de piel?

La piel es esa barrera que nos aísla y protege del entorno, al tiempo que nos comunica con él. Su estado es uno de los principales motivos de preocupación en cuanto a apariencia estética, pues sufre un deterioro progresivo debido a diversas causas: pérdida de fibras proteínicas como el colágeno o la elastina, mala alimentación, toxinas, radiación ultravioleta o aires acondicionados.

¿El resultado? Merma de elasticidad o firmeza y aparición de arrugas, deshidratación y afecciones cutáneas como dermatitis o acné. El cometido de una crema facial es reforzar la barrera de protección natural, restituir el equilibrio y proporcionar alivio a nuestra piel. A la hora de elegir una crema facial, hay un aspecto básico que hemos de conocer: nuestro tipo de piel.

  • Piel normal: este tipo de piel presenta poros pequeños y un aspecto rosado. Es suave y elástica, sin tendencia a los problemas cutáneos.
  • Piel seca: tiende a la deshidratación y falta de lípidos, o grasa. De aspecto áspero y descamado, la piel seca es susceptible a los factores ambientales externos y reacciona irritándose.
  • Piel grasa: la que aquí tratamos, en la piel grasa los poros suelen ser de gran tamaño. Produce más sebo del necesario y, como consecuencia, aparecen brillos e impurezas.
  • Piel mixta: combinación de piel normal-seca y piel grasa. De aspecto brillante y tendente a las impurezas en la zona T (frente y nariz), en cambio la piel de las mejillas es normal o más seca.
  • Piel sensible: precisa cuidados especiales. Es muy susceptible a los factores ambientales y reacciona con sequedad, enrojecimiento, irritación y/o picor.

¿Por qué tengo la piel grasa? Glándulas sebáceas hiperactivas

Las glándulas sebáceas sintetizan el sebo, una secreción oleosa o sustancia lipídica encargada de lubricar y proteger la superficie de la piel. Las personas con piel grasa poseen lo que se conoce como glándulas sebáceas hiperactivas, es decir, que producen sebo en exceso. Y a este exceso de sebo se asocian varios trastornos cutáneos: hiperplasia, quistes sebáceos, adenoma sebáceo o acné.

Las causas suelen ser los factores genéticos, el estrés y las fluctuaciones hormonales. Los esteroides sexuales afectan a la velocidad de producción de sebo; andrógenos como la testosterona estimulan su secreción, mientras que los estrógenos la inhiben. Es por ello por lo que la piel de los hombres es más grasa que la de las mujeres; estos secretan más sebo al producir mayor cantidad de andrógenos (estudio, estudio).

También el sol, además de ayudar a nuestra piel a sintetizar la vitamina D, contribuye a regular la secreción sebácea. Por último, la aplicación tópica de determinadas cremas faciales y cosméticos agresivos puede asimismo provocar un tipo de acné conocido como acné cosmético.

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Beneficios de la crema facial natural para pieles grasas

Las pieles grasas precisan de productos especiales antibacterianos para su correcta limpieza. Preferiblemente fórmulas naturales, no grasas y de rápida absorción, que prevengan posibles afecciones cutáneas inherentes a este tipo de piel.

El acné es una de las más comunes. También llamado acné vulgar (acne vulgaris), se caracteriza por la formación de granos, espinillas, barros o comedones, puntos negros, lesiones inflamatorias como pústulas (cavidades superficiales con pus) y pequeñas cicatrices en la piel.

La aplicación tópica de própolis ha resultado ser efectiva en dermatología para tratar el acné, debido a sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y cicatrizantes (estudio). En este estudio reciente se aplicó una solución tópica de extracto etanólico de propóleos a pacientes con acné, concluyéndose que «El propóleo tópico es un medicamento prometedor, eficaz, bien tolerado, seguro y alternativo para el acné vulgar».

Nota: en pieles grasas con acné, lavarse con un jabón en pastilla es mucho más adecuado que con un jabón tipo gel de baño. Debido al tipo de moléculas que forman las partículas de jabón, las pastillas ayudan a eliminar el exceso de grasa y dejar la piel limpia y lista para aplicar la crema facial.

En definitiva, si tu piel es grasa o con tendencia grasa, el uso continuado de la crema facial natural de própolis te ayudará a combatir el acné y las lesiones asociadas al mismo. Además, la crema facial natural de propóleo:

  • Hidrata, nutre y regenera la piel.
  • Atenúa las arrugas y las manchas, gracias a la acción de la rosa mosqueta.
  • El propóleo acelera la cicatrización y curación de pequeñas heridas, grietas, quemaduras menores, etc.
  • Protege frente a la radiación UV, debido a su alto contenido en manteca de karité, un filtro solar natural.

Nuestra Crema facial natural de própolis día y noche hidrata, nutre, regenera y reafirma tu piel. Es apta para todo tipo de pieles, también para pieles grasas al ser una fórmula no grasa de rápida absorción. Utiliza más o menos crema en función de tu tipología de piel, y en verano, debido al sudor, posiblemente no necesites usar la misma cantidad. Aplícala con un suave masaje en cara, contorno de ojos, cuello y escote.

Para lavar la piel previamente y eliminar el exceso de grasa, puedes emplear nuestro Jabón de própolis ecológico. Asimismo, puedes alternar o completar el uso de ambos productos con el Ungüento de própolis ecológico Propol-mel, especialmente en pieles maduras y deterioradas.

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