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Dicen que «sarna con gusto…» ¡vaya si pica! Este trastorno de la piel bastante común se caracteriza sobre todo por picazón intenso.

Según datos de la OMS, en torno a 200 millones de personas padecen sarna en el mundo. Dado que se transmite por contacto directo piel con piel, es más habitual en residencias, guarderías o centros de cuidado infantil y en zonas con alta densidad de población.  

¿Qué es?, ¿cuáles son sus síntomas y cómo se contagia? Te lo explicamos, conoceremos al diminuto organismo causante del problema y veremos cómo se trata esta enfermedad cutánea infecciosa, tanto los tratamientos habituales como las alternativas naturales que existen.

¿Qué es la sarna y qué la causa? ¿Cómo se contagia?

La sarna, sarnilla o escabiosis es una infección parasitaria causada por un ácaro llamado Sarcoptes scabiei variedad hominis. Lo que se conoce como una zooparasitosis humana (artículo). Estos pequeños parásitos o aradores de la sarna se introducen bajo la piel y excavan túneles —surcos— en la capa más externa de la epidermis, donde la hembra adulta deposita sus huevos. 

Se trata de una enfermedad muy contagiosa que afecta a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo o higiene personal. La sarna humana se trasmite por contacto íntimo con la piel de una persona infestada. Es decir, por contacto interpersonal; por ejemplo, entre miembros de una misma familia por convivencia. 

¿Cómo sé si tengo sarna? Signos y síntomas de la enfermedad

El principal síntoma de la escabiosis es el prurito (picazón) intenso en la piel. También aparecen, entre 2 y 6 semanas después del contacto:

  • surcos lineales —las propias galerías excavadas en la epidermis por el ácaro para desovar— visibles a simple vista;
  • vesículas;
  • exactema (erupción cutánea) o sarpullidos en relieve;
  • eritema (enrojecimiento), y
  • lesiones secundarias por sensibilidad o reacción alérgica a las proteínas y heces de los aradores, así como por rascado o infección bacteriana, como pústulas, costras y nódulos inflamatorios.

Este diminuto parásito siente predilección por determinadas zonas del cuerpo, al parecer áreas donde escasean los folículos pilosos. Siendo características en los adultos las lesiones alrededor de los pliegues de los dedos y el borde de las manos, las muñecas, en general las extremidades superiores e inferiores, la cintura, el pene en el hombre y la región mamaria en las mujeres. 

En los bebés y niños pequeños, estas suelen aparecer en las palmas, las plantas de los pies y los tobillos. A veces, también en el cuero cabelludo. 

Tratamientos para la escabiosis y resultado de estudio con propóleo

El tratamiento habitual de la sarna en humanos —que deben seguir todas las personas que habiten en la misma casa— suele consistir en la aplicación de un escabicida tópico o acaricida como la permetrina, el malatión, una loción de benzoato de bencilo o pomada de azufre, entre otros. También es muy eficaz la ivermectina oral. 

No obstante, estos tratamientos químicos presentan algunos inconvenientes: desarrollo de resistencia al medicamento, efectos secundarios y toxicidad. La ivermectina, por ejemplo, está contraindicada en embarazadas, lactancia y niños pequeños. 

ungüento de própolis

Por ello, se vienen investigando nuevos tratamientos alternativos.

El propóleo se utiliza desde la antigüedad en preparaciones dermatológicas para tratar infecciones y curar heridas. Y más recientemente se ha podido comprobar su poder antiparasitario (estudio, estudio).

Esta investigación de 2018 en conejos infestados de forma natural con sarna mostró que la aplicación tópica de un ungüento (pomada) de própolis al 10 % lograba en los animales «una recuperación completa de los signos clínicos y la ausencia total de ácaros» tras 10 a 15 días de tratamiento. Aunque realizado sobre una variedad distinta a la hominis (cuniculi, la que afecta a los conejos), el estudio demuestra la eficacia acaricida, contra Sarcoptes scabiei, de esta sustancia resinosa de la colmena.

Así pues, en caso de sarna humana o escabiosis, aplicar sobre la piel afectada un ungüento de própolis puede favorecer la eliminación de estos parásitos infecciosos y mejorar e incluso acabar por completo con los síntomas o signos de la enfermedad. En concreto, esta pomada natural puede ayudarte a:

  • Eliminar los ácaros, raíz del problema (acción antiparasitaria).
  • Calmar el prurito o picazón.
  • Reducir la inflamación de la piel.
  • Sus propiedades emolientes —gracias al propóleo, la cera de abejas y los aceites naturales formulados en el ungüento— ayudan a ablandar las erupciones, costras y durezas en la piel.
  • Como cicatrizante, a acelerar la curación y eliminar posibles cicatrices provocadas por las lesiones.
  • Combatir las bacterias patógenas en caso de infección bacteriana secundaria.

Con própolis puro (10 %) y otros ingredientes naturales, el ungüento eco Propol-mel está indicado en todo tipo de problemas de la piel, incluidas las infecciones por bacterias, hongos o parásitos como ácaros. 

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Por Elisabeth Lahoz

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